EL BLOG SE PRESENTA...

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Al cumplir los cuarenta, mi creador comenzó a hacerse las típicas preguntas asociadas a aquella edad: «¿qué he hecho con mi vida hasta ahora?», «¿qué pienso hacer a partir de ahora con ella?». Esas cuestiones fueron el motor de un blog con un carácter más bien “autobiográfico”, una suerte de “registro de recuerdos” que pretendía anotar algunas de sus vivencias personales y su impacto en él. Sin embargo, aquellas primeras páginas se expresaban en función del autoconcepto y el estado de ánimo del autor. Si ambos eran bajos, el estilo de cada publicación traslucía ese sentir.
Con el tiempo, aquel proyecto acabó en vía muerta.
Dos años después, mi autor retomó aquel cuaderno de bitácora para reconstruirlo desde sus cimientos e intentar corregir sus defectos. ¡Y nací yo!
En mis inicios, fui un medio para satisfacer el deseo de compartir vivencias y reflexiones personales, así como textos y vídeos variados que gustaban a mi creador. Este navío quería traer a puerto todas aquellas mercancías que pudieran enriquecer a los que paseasen por sus páginas.
Con el paso del tiempo me he dado cuenta que soy todo eso y algo más. Si, sigo siendo el saco en el que se introducen todas aquellas vivencias, reflexiones, textos y videos que han enriquecido de una u otra manera a mi autor. Pero además, combinando palabras propias y prestadas, me estoy convirtiendo en el relato de un itinerario en el que mi creador describe su transformación. En mi se ha reunido todo aquello que ha formado parte (de alguna manera) de un proceso de ensanchamiento humano y espiritual, un proceso de evolución que aún continúa.

¡Bienvenidos!


domingo, 28 de agosto de 2016

LO QUE PASA POR NO PREGUNTAR ANTES

Rebuscando entre viejos archivos, me encontré la semana pasada estas dos pequeñas historias. Yo no sé a ustedes, pero a mí me ha sucedido en demasiadas ocasiones que, por no preguntar, por dar ciertas cosas por supuestas, por no indagar un poquito más, me he dado verdaderos planchazos. Lean y reflexionen.
 
 
Un matrimonio joven se instaló en un apartamento nuevo. La pareja decidió empapelar el comedor, por lo que fueron a ver al vecino, que tenía uno de las mismas dimensiones.
 
Vecino, queremos empapelar nuestro comedor como usted hizo con el suyo. ¿Cuántos rollos de papel compró?
 
Siete -respondió amablemente el vecino-.
 
Contando con esta importante información, los jóvenes esposos compraron siete rollos del papel más caro y de mejor calidad, con los que comenzaron a revestir las paredes. Pera resultó que al terminar el cuarto rollo, el comedor estaba ya completamente empapelado. Furiosos por haber gastado una fortuna inútilmente, fueron a ver de nuevo al vecino.
 
Seguimos su consejo sobre el papel para el comedor pero, ¡no comprendemos por qué nos sobraron tres rollos!
 
¿A ustedes también? -contestó asombrado el vecino-.
 
 
+     +     +
 
 
Un hombre le pidió ayuda a su vecino para mover un sofá que se había atrancado en la puerta. Cada uno de ellos se fue a un extremo y forcejearon durante un buen rato hasta quedar exhaustos, pero el sofá seguía atascado.
 
Olvídelo, jamás podremos meter esto -dijo el hombre-.
 
El vecino lo miró con extrañeza:
 
Ah, pero, ¿era meterlo?
 
 

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