Cuando tengo que acompañar a alguien que sufre, una de las cosas que estoy aprendiendo últimamente es a respetar el ritmo de la persona a la que acompaño, intentando dar espacio para que pueda formular lo que supone a nivel de pensamientos y de emociones su experiencia de dolor. Porque ese es también mi propio proceso a la hora de integrar mis propios sufrimientos. Sucede algo así como lo que el poeta Rainer María Rilke dice en este poema:
Sé paciente con todo lo que aún
no está resuelto en tu corazón…
Trata de amar tus propias dudas…
No busques las respuestas
que no se pueden dar,
porque no serías capaz de soportarlas.
Lo importante es
vivirlo todo.
Vive ahora las preguntas.
Tal vez así,
poco a poco,
sin darte cuenta,
puedas algún día
vivir las respuestas.
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