EL BLOG SE PRESENTA...

EL BLOG SE PRESENTA...

Al cumplir los cuarenta, mi creador comenzó a hacerse las típicas preguntas asociadas a aquella edad: «¿qué he hecho con mi vida hasta ahora?», «¿qué pienso hacer a partir de ahora con ella?». Esas cuestiones fueron el motor de un blog con un carácter más bien “autobiográfico”, una suerte de “registro de recuerdos” que pretendía anotar algunas de sus vivencias personales y su impacto en él. Sin embargo, aquellas primeras páginas se expresaban en función del autoconcepto y el estado de ánimo del autor. Si ambos eran bajos, el estilo de cada publicación traslucía ese sentir.
Con el tiempo, aquel proyecto acabó en vía muerta.
Dos años después, mi autor retomó aquel cuaderno de bitácora para reconstruirlo desde sus cimientos e intentar corregir sus defectos. ¡Y nací yo!
En mis inicios, fui un medio para satisfacer el deseo de compartir vivencias y reflexiones personales, así como textos y vídeos variados que gustaban a mi creador. Este navío quería traer a puerto todas aquellas mercancías que pudieran enriquecer a los que paseasen por sus páginas.
Con el paso del tiempo me he dado cuenta que soy todo eso y algo más. Si, sigo siendo el saco en el que se introducen todas aquellas vivencias, reflexiones, textos y videos que han enriquecido de una u otra manera a mi autor. Pero además, combinando palabras propias y prestadas, me estoy convirtiendo en el relato de un itinerario en el que mi creador describe su transformación. En mi se ha reunido todo aquello que ha formado parte (de alguna manera) de un proceso de ensanchamiento humano y espiritual, un proceso de evolución que aún continúa.

¡Bienvenidos!


domingo, 17 de julio de 2016

HOMBRE SOLTERO BUSCA

La semana pasada una amiga dejó un comentario en este blog. Dado que la publicación terminaba hablando de cubrir la necesidad de afecto y ternura, debió de pensar que yo andaba enamoriscado. Siento mucho tener que decepcionarla, pero aún no me hallo en tal estado. Ahora me encuentro más bien en uno de esos momentos “místico-comprensivos” en los que estoy más interesado en la búsqueda y el encuentro de mí mismo que en el de una pareja. Sin embargo, esto no siempre ha sido así (¡gracias a Dios!).
 
Reconozco que nunca he sido una persona muy activa en esto de la búsqueda de pareja. Siempre fui demasiado tímido para hablar de mis sentimientos. Por ese hecho, hace unos años me registré en una página de contactos de esas que te aseguran que son capaces de encontrarte a la pareja de tu vida en menos tiempo de lo que tardas en decir “estoy soltero y busco plan”.
 
En efecto, yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante vosotros hermanos que he pecado de pensamiento, palabra, obra y ejecución. ¡Yo también he sido usuario de una de esas web para solteros exigentes! En esta web, como en todas de corte semejante, se suele insistir en que la presentación es muy importante si se quiere impresionar a las usuarias. Por este motivo decidí trabajarme muy bien la introducción y colgué el siguiente anuncio:
 
 
Lo más difícil es describirse a uno mismo, por lo que prefiero que sean los demás quienes lo descubran… No, creo que esta es una presentación que ya está demasiado vista. Empezaré de nuevo...
 
 
¿Por dónde puedo comenzar una descripción de mí mismo? No sé. Los encargados de esta web aconsejan que sea sincero y que no olvide expresarme con sentido del humor. Bien, voy a intentarlo.
 
Mido 1,82 m (aproximadamente) y tengo la piel muy blanca (como los champiñones) ya que no me da mucho el sol (como a los champiñones). Tengo barba (con bastantes canas ya, por cierto) y cuando paso cinco meses sin arreglarla, mi aspecto recuerda al de Johnny Castaway o al de fray Leopoldo de Alpandeire. Bueno, con lo del pelo facial tengo que hacer una matización: cuando cambian las condiciones meteorológicas y aprieta “la caló”, la barba desaparece, y si no fuera por las canas que ya me toca peinar, parecería que rejuvenezco hasta los 30 años. Respecto a los demás pelos corporales, debo informar que sufro déficit capilar frontal con migración de pelambrera hacia lugares menos deseables. Si hay cita, prometo recortarme los pelos de la nariz y depilarme los de las orejas.
 
Soy un hombre a una nariz pegado, ya que mi probóscide tiene un formato Cyrano de Bergerac. A pesar de ello, sufro atrofia olfativa y una constante sensación de obstrucción nasal. Si hay cita, no uses un gran perfume: seguro que seré incapaz de apreciarlo. Si te preguntas si padezco halitosis, mal olor de axilas, o si mis zapatos huelen peor que un cadáver en descomposición, ¡genial!, ya tenemos algo en común: ¡yo también me lo pregunto!
 
Si lo que te atrae de un hombre es su sonrisa, bórrame de tus favoritos. De pequeño no me quise poner corrector dental y tengo los dientes que parecen haber salido de la montaña rusa.
 
Como de todo y no soy nada deportista. El único ejercicio físico que hago lo efectúo todas las mañanas: incorporarme de la cama (¡uf, es durísimo!). A pesar de todo, creo que tengo un peso ideal, aunque no quiero ser demasiado idealista.
 
Soy un tipo callado y encerrado en sus propios pensamientos, al que le encanta la soledad (que a veces suele convertirse en aislamiento). Me cautivan los juegos de estrategia para PC, y paso las horas muertas disfrutando de la construcción de ciudades e imperios mientras los defiendo de los ataques de inicuas hordas bárbaras.
 
¿Y de salir? Bueeeno… a ese tipo de eventos me apunto de cuando en cuando, pero con el tipo de vida (vegetativa) que llevo, sólo tengo medio tema de conversación. Si hay cita, me pido escuchar. Y a la hora de pagar, algunos dicen de mí que me estiro menos que el portero de un futbolín. Pero eso no es del todo exacto. Lo que sucede es que yo no soy de esos hombres que nunca consienten que una mujer invite.
 
¿Y el bailoteo…? Una vez intenté aprender. Aún tengo pendiente el juicio por lesiones.
 
¿Hay alguien que tenga aún curiosidad por saber más? ¿Por dónde puedo continuar? Por ejemplo… por mis pies: tengo unas durezas en los talones que parecen centollos. Gracias a ellos conseguí el tercer premio en el certamen de claque de Sauquillo de Boñices (provincia de Soria). Bueno, lo del premio no es cierto, pero lo de los callos, por desgracia, sí (snif). A la piedra pómez la tengo consumida y la pobrecita se me echa a temblar cada vez que me acerco a ella. Y no me meto en la ducha con una lijadora de paredes por el elevado riesgo de electrocución, que si no…
 
En el resto de mis funciones soy tirando a “normalito”: ventoseo con mucha frecuencia y, a pesar de mi atrofia olfatoria, puedo asegurar que el aroma no es ni rosas, ni pino, ni lavanda. Afortunadamente para la audiencia, este tipo de actos los perpetro cuando estoy solito (se disfrutan muchísimo más). Bien, creo que será mejor no seguir la descripción por aquí, ya que me estoy poniendo demasiado escatológico.
 
Emocionalmente, soy más plano que una campeona olímpica de natación, soy un perezoso en las relaciones sociales, y hasta mi padre me decía que yo era más raro que un perro verde. Vivo con mi “señá” madre, que ya es bastante mayor, y tengo muy asumido que a este paso o termino vistiendo santos o acabo como Norman Bates.
 
¿Y en la cama? Duermo como un tronco, doy más vueltas que una peonza, y me despierto con la boca como la suela de un zapato ya que respiro por ella (otra vez por culpa de mi problema obstructivo nasal). Ya no puedo asegurar que ronque, porque si lo hago, siempre ocurre cuando estoy dormido. Ah, se me olvidaba otro detalle: en el lecho, no sé si por la posición… o por el relajamiento… sigo ventoseando (¿qué hombre no hace ruido en la cama?). Si alguna vez pasamos la noche juntos, permíteme un consejo: procura que yo no te dé la espalda.
 
Semejante dechado (o quizá sea mejor hablar de “deshecho”) de “virtudes” me hace dudar que las clientas de este servicio se fijen en mí, ya que cuando leo los anuncios que algunas cuelgan por aquí, parece que le estén escribiendo una carta a los Reyes Magos pidiéndoles un Geyperman. Cuando describen a su hombre ideal sólo les falta añadir: “...y que no sea alérgico a la kriptonita” (¡si es que leer cosas así le quitan a uno todas las ganas, leñe!).
 
A pesar de todo, aquí estoy yo.
 
No se admitirán reclamaciones (que nadie diga que no avisé).
 

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