EL BLOG SE PRESENTA...

EL BLOG SE PRESENTA...

Al cumplir los cuarenta, mi creador comenzó a hacerse las típicas preguntas asociadas a aquella edad: «¿qué he hecho con mi vida hasta ahora?», «¿qué pienso hacer a partir de ahora con ella?». Esas cuestiones fueron el motor de un blog con un carácter más bien “autobiográfico”, una suerte de “registro de recuerdos” que pretendía anotar algunas de sus vivencias personales y su impacto en él. Sin embargo, aquellas primeras páginas se expresaban en función del autoconcepto y el estado de ánimo del autor. Si ambos eran bajos, el estilo de cada publicación traslucía ese sentir.
Con el tiempo, aquel proyecto acabó en vía muerta.
Dos años después, mi autor retomó aquel cuaderno de bitácora para reconstruirlo desde sus cimientos e intentar corregir sus defectos. ¡Y nací yo!
En mis inicios, fui un medio para satisfacer el deseo de compartir vivencias y reflexiones personales, así como textos y vídeos variados que gustaban a mi creador. Este navío quería traer a puerto todas aquellas mercancías que pudieran enriquecer a los que paseasen por sus páginas.
Con el paso del tiempo me he dado cuenta que soy todo eso y algo más. Si, sigo siendo el saco en el que se introducen todas aquellas vivencias, reflexiones, textos y videos que han enriquecido de una u otra manera a mi autor. Pero además, combinando palabras propias y prestadas, me estoy convirtiendo en el relato de un itinerario en el que mi creador describe su transformación. En mi se ha reunido todo aquello que ha formado parte (de alguna manera) de un proceso de ensanchamiento humano y espiritual, un proceso de evolución que aún continúa.

¡Bienvenidos!


domingo, 25 de enero de 2015

LA SERIEDAD DEL BURRO


Reconozco que la última publicación de este blog era algo deprimente. Hoy para compensar quiero hacer algo más sano y que siempre olvidamos hacer. Me pregunto si este olvido es la causa de tanta “enfermedad” en nuestro mundo. ¡Siempre tan serios!
 
Sin embargo, no hay nada más risible que la seriedad del burro.
 
¡A reír un poco!
 
 
 
 
 
 
 
 
 

domingo, 18 de enero de 2015

¿HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL?

El poema “A los hombres futuros” fue escrito por Bertolt Brecht en 1938. Después de leerlo no dejo de preguntarme si, después de más de 75 años, aquellos a los que Brecht se dirigía podemos pensar de forma diferente. En fin, que cada cual saque sus conclusiones.
 
 
Verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.
Es insensata la palabra ingenua. Una frente lisa
revela insensibilidad. El que ríe
es porque no ha oído aún la noticia terrible,
aún no le ha llegado.
 
¡Qué tiempos estos en que
hablar sobre árboles es casi un crimen
porque supone callar sobre tantas alevosías!
Ese hombre que va tranquilamente por la calle,
¿lo encontrarán sus amigos cuando lo necesiten?
 
Es cierto que aún me gano la vida.
Pero, creedme, es pura casualidad. Nada
De lo que hago me da derecho a hartarme.
Por casualidad me he librado (si mi suerte acabara, estaría perdido.)
Me dicen. "¡Come y bebe! ¡Goza de lo que tienes!"
Pero ¿cómo puedo comer y beber
si al hambriento le quito lo que como
y mi vaso de agua le hace falta al sediento?
Y, sin embargo, como y bebo.
 
Me gustaría ser sabio también.
Los viejos libros explican la sabiduría:
apartarse de las luchas del mundo y transcurrir
sin inquietudes nuestro breve tiempo.
Librarse de la violencia,
dar bien por mal,
no satisfacer los deseos y hasta
olvidarlos: tal es la sabiduría.
Pero yo no puedo hacer nada de esto:
verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.
 
*   *   *
 
Llegué a las ciudades en tiempos del desorden,
cuando el hambre reinaba.
Me mezclé con los hombres en tiempos de rebeldía
y me rebelé con ellos.
Así pasé el tiempo
que  me fue concedido en la tierra.
 
Mi pan lo comí entre batalla y batalla.
Entre los asesinos dormí.
Hice el amor sin prestarle atención
y contemplé la naturaleza con impaciencia.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.
 
En mis tiempos, las calles desembocaban en pantanos.
La palabra me traicionaba al verdugo.
Poco podía yo. Y los poderosos
se sentían más tranquilos sin mí. Lo sabía.
Así transcurrió el tiempo
Que me fue concedido en la tierra.
 
Escasas eran las fuerzas. La meta
estaba muy lejos aún.
Ya se podía ver claramente, aunque para mí
fuera casi inalcanzable.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.
 
*   *   *
 
Vosotros, que surgiréis del marasmo
en el que nosotros nos hemos hundido,
cuando habléis de nuestras debilidades,
pensad también en los tiempos sombríos
de los que os habéis escapado.
 
Cambiábamos de país como de zapatos
a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos
donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella.
Y, sin embargo, sabíamos
que también el odio contra la bajeza
desfigura la cara.
También la ira contra la injusticia
pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros,
que queríamos preparar el camino para la amabilidad
no pudimos ser amables.
Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos
en que el hombre sea amigo del hombre,
pensad en nosotros
con indulgencia.
 
Fuente: Poemas y Canciones. Biblioteca Brecht.
Alianza Editorial, Madrid, 2001, p. 97.
 

domingo, 11 de enero de 2015

EL ILUMINADO

En el año 2010, el último año santo compostelano, tuve la oportunidad de hacer el Camino de Santiago. No fue aquella la primera vez, ya que bastantes años atrás lo hice desde Ribadeo, siguiendo la Ruta del Norte. En aquella ocasión no lo caminé en solitario, sino que me acompañaba un “grupito” de mil quinientas personas (peregrino más, peregrino menos). Tal evento estuvo organizado por la Delegación Diocesana de Juventud de Madrid.
 
Aquella “peregrinación” tenía de todo: infraestructura de camiones para llevarnos las mochilas, coche de apoyo para los lesionados, latas de comida para todos, polideportivos cedidos por los ayuntamientos de los pueblos donde hacíamos noche, ¡y hasta un obispo! Vamos, que no le faltaba casi de nada. Sin embargo (y no sé explicar muy bien el motivo), aquel “sarao” nunca he podido entenderlo como una experiencia de Camino. De hecho, cuando me han preguntado, siempre he dicho que el único Camino que he hecho ha sido el del año 2010.
 
Andando con calma, disfrutando de los paisajes y de las charlas con las gentes de los pueblos por los que pasaba, sin prisas por llegar al siguiente albergue, el tiempo que necesité para recorrer los casi 800 kilómetros de distancia entre Irún y Santiago fue de cuarenta y cuatro días. Inicié mi peregrinación en Irún, yendo por el Camino del Norte hasta Villaviciosa, tomando desde allí el sendero hacia Oviedo, para continuar por el Camino Primitivo. Fueron sendas con poco tránsito de peregrinos, una elección muy buena, dado que yo buscaba la soledad en el Camino.
 
Hubo momentos difíciles. La dureza de Euskadi (el primer tramo del Camino del Norte), un proceso diarreico que duro cuatro días, desde Pobeña (en el límite de Vizcaya con Cantabria) hasta Güemes (entre Laredo y Santander), que casi me dejó sin fuerzas, o la lluvia en Asturias durante nueve días (que hizo el camino casi intransitable en algunos tramos). No obstante, mereció la pena.
 
Aquella experiencia es de las que dejan marca, de esas que te suelen cambiar la mirada. Recuerdo que a mi regreso hablaba del Camino como un iluminado, como alguien que ha descubierto una gran verdad. Eso sí, para poder comprender esto que digo es necesario hacer el Camino por sí mismo, ya que existen tantas vivencias como peregrinos.
 
Hay quienes viven una experiencia vacacional o una actividad turística alternativa. Hay quienes buscan una experiencia deportiva, quienes se enfrentan al Camino como si este fuera un reto o una competición, pero también quienes viven una búsqueda espiritual. Hay quienes caminan en un día hasta cuarenta kilómetros de distancia para llegar a Santiago en una determinada fecha o simplemente obsesionados por llegar pronto al final de la etapa para no perder plaza en el albergue.
 
¿Qué pude descubrir yo? Que el Camino está ahí para encontrarse con él, no para luchar contra él; está ahí para encontrarse con los demás, no para competir con ellos; está ahí para encontrarse con uno mismo, no para combatir contra sí mismo.
 
Yo tuve mi propia experiencia, pero mi percepción del Camino también se fue modelando con las vivencias compartidas con otros peregrinos.
 
O puede que al final siga hablando como un iluminado.
 

martes, 6 de enero de 2015

UN DÍA DE MAGIA

Hoy es la fiesta de Reyes… ¡y a este blog no le puede faltar un regalo mágico!
 
Hace seis años tuve la oportunidad de aprender algo de magia en una conocida escuela de Madrid. Lástima que no haya podido practicar más este hermoso arte, aunque a veces haya repasado alguno de los efectos que allí me enseñaron o haya practicado alguna técnica con cartas, cuerdas, monedas o gomitas elásticas. ¿Quién sabe? Puede que uno de estos días vuelva a estudiar aquellos trucos u otros nuevos. Mis libros de magia continúan ahí, esperándome.
 
De momento, no dejo de sentir el asombro de un profano en este arte cada vez que veo efectos como este que hoy quiero compartir. El video que viene bajo estas líneas es una maravillosa rutina con cartas del mago finlandés Christian Nivala.
 
Espero que la disfrutéis tanto como yo cada vez que la veo.
 
 

domingo, 4 de enero de 2015

LA ÚNICA COSA NECESARIA

Hace unas semanas compartí un texto de Merton (Hacer lo que soy). Hoy vuelvo al ataque y traigo estos fragmentos del autor norteamericano, que son continuación de aquello.
 
Estas líneas que siguen a continuación sólo despiertan en mí una pregunta: ¿cuál es la única cosa necesaria? Creo que la cuestión no es baladí. En mi opinión, en ella nos jugamos toda nuestra vida, ya que podemos perder el tiempo si somos incapaces de responderla.
 
 
El que está contento con lo que tiene y acepta la verdad de que inevitablemente carece de mucho en la vida, es mucho mejor que el que tiene mucho más pero se preocupa por todo lo que le falta. Porque no podemos hacer lo mejor de lo que somos, si nuestros corazones están siempre divididos entre lo que somos y lo que no somos. […]
 

No podemos ser felices si esperamos vivir siempre en las cumbres más altas de la intensidad. La felicidad no es asunto de intensidad sino de equilibrio, orden, ritmo y armonía. […]
 
No podemos dominarlo todo, gustarlo todo, entenderlo todo, escanciar toda experiencia hasta los últimos restos. Pero si hemos de tener el coraje de dejar que todo lo demás se nos escape, podremos con toda probabilidad retener la única cosa necesaria para nosotros, sea ésta la que sea. Si estamos demasiado preocupados por tenerlo todo, careceremos de la única cosa que necesitamos.
 
La felicidad consiste en averiguar precisamente cuál es esa “única cosa necesaria” en nuestra vida, y en dejar a un lado con ánimo contento todo lo demás. Porque entonces, por una paradoja divina, encontraremos que todo lo demás se nos ha dado junto con esa única cosa necesaria.
 
Fuente: Thomas Merton, Los hombres no son islas.
Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1998, pp. 121-124.
 


jueves, 1 de enero de 2015

LA PRIMERA PLEGARIA DE 2015

Este antiguo himno gujarati era una plegaria que Gandhi rezaba a diario. Según tengo entendido, la mañana misma en que fue asesinado, una de sus nietas se lo recitó, como era su costumbre.
 
Durante muchos años esta plegaria ha permanecido dormida entre las páginas de un libro perdido en mis estanterías. Volver a encontrarla he sido para mí una gran sorpresa, ya que en este momento de mi vida tengo la sensación de que se convierte en todo un programa de vida.
 
No sé si debo desear otra cosa para este nuevo año...
 
 
 
 
Ya te sientas fatigado o no, ¡oh hombre!, no descanses;
no ceses en tu lucha solitaria,
sigue adelante y no descanses.
 
Caminarás por senderos confusos y enmarañados
y sólo salvarás unas cuantas vidas tristes.
¡Oh hombre!, no pierdas la fe, no descanses.
 
Tu propia vida se agotará y anulará,
y habrá crecientes peligros en la jornada.
¡Oh hombre!, soporta todas esas cargas, no descanses.
 
Salta sobre tus dificultades aunque sean más altas que montañas,
y aunque más allá sólo haya campos secos y desnudos.
¡Oh hombre!, no descanses hasta llegar a esos campos.
 
El mundo se oscurecerá y tú verterás luz sobre él
y disiparás las tinieblas.
¡Oh hombre!, aunque la vida se aleje de ti, no descanses.
 
¡Oh hombre!, no descanses; procura descanso a los demás.